UN DÍA EN EL TOUR CON EL HOTEL TAVIRA/AP MARIA NOVA
Vivir un día en la Vuelta Ciclista a Portugal como parte de la caravana es una experiencia única.
Vivir ese día con el equipo del Hotel Atum-General/Tavira/AP Maria Nova fue aún más gratificante, ya que podías ver, desde dentro, el compromiso de todo un equipo, el esfuerzo casi sobrehumano de los ciclistas, su profesionalidad y dedicación al maillot que llevan.
Las etapas comienzan mucho antes de la salida oficial.
El montaje de la fiesta en el lugar de salida, en este caso, Mealhada, comienza a primera hora de la mañana, con las carpas de los equipos, el merchandising, los enormes hinchables con las marcas de los principales patrocinadores, la música, todo lo cual supone el trabajo de cientos de profesionales.
Los equipos llegan en grandes autobuses, aproximadamente una hora y media antes de la salida. El autobús de Tavira exhibe las marcas de los patrocinadores, con especial énfasis en la que da nombre al equipo.
Es el momento de la charla del director deportivo, Vidal Fitas, con los siete ciclistas que componen el equipo. El objetivo es preparar el escenario, recordar el papel de cada uno, perfilar la estrategia.
Al mismo tiempo, en el exterior, los dos mecánicos ensamblan las motos, fijándose en cada detalle.
Cuando los ciclistas se dirigen al lugar de salida ficticio, como el real ya está en la carretera, la cabeza de cada uno ya está en la carrera.
La etapa Mealhada-Miranda Corvo tuvo una dificultad en su final, una subida de 10 kilómetros hasta el Observatorio de Vila Nova, realizada por primera vez este año, con una pendiente media del 8,3%, que se convierte en una de las más duras.
Fue precisamente en la subida cuando la mala suerte llamó a la puerta del Hotel Tavira/AP Maria Nova, cuando el líder del equipo, Alejandro Marque, pinchó y perdió el contacto con los ciclistas de delante.
Antes, Rafael Lourenço había sufrido una fuerte caída. El ciclista, mostrando un gran espíritu de sacrificio, continuó la carrera, a pesar de tener que ser atendido por uno de los médicos de la carrera ya en marcha.
Este espíritu de sacrificio es lo que distingue al ciclismo profesional de muchos otros deportes.
La emoción de la carrera alcanzó su punto álgido en la fase final, como era de esperar, y es aquí donde el director deportivo desempeña un papel fundamental, al animar a los corredores.
«¡Vamos! Vamos!», es la consigna.
Al final, a pesar del evidente desánimo por el resultado, las palabras a los ciclistas siguieron siendo de ánimo.
Mañana será otro día. El Tour continúa. Y la jornada no termina hasta cerca de la medianoche, con el equipo técnico – dos mecánicos, dos masajistas, así como un conductor y un profesional de la comunicación – implicado en la preparación de la siguiente etapa.
A pesar de todo, el Tavira/AP Maria Nova Hotel mantiene el 2º puesto por equipos en la clasificación general, y el Alejandre Marque le sigue en séptimo lugar y el Delio Fernández en octavo.